HISTORIA DEL TÍTERE
Los humanos siempre
han convivido con títeres. Esto es lo que revelan excavaciones hechas en
Egipto, en donde se han encontrado figurillas de madera con cuerdas que
datan de 2000 A.C., así como figuras hechas de mármol y barro en las tumbas
egipcias. Algunos jeroglíficos hablan también de “estatuas que caminan”
refiriéndose a dramas representados con títeres utilizados durante las
celebraciones religiosas en el antiguo Egipto.
El registro escrito
de títeres más antiguo es una crónica escrita por el griego Xenofonte en 422
A.C.
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La
Trouppe
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Tipos de títeres
La fabricación de
títeres depende no sólo de la inspiración de quien lo construye, sino también
de los materiales que tenga a la mano. En el caso de China, existe unan
tradición desde hace 2000 años de los llamados títeres de sombras o sombras
chinescas: muñecos hechos de papel o de algún otro material translúcido que
se iluminan para proyectar sombras en una pantalla. Este tipo de espectáculo no
es exclusivamente blanco y negro, pues se puede jugar con luces de colores para
dar más efectos en cada escena.
Bunraku
Otra técnica
proveniente de Asia es el bunraku japonés. Los títeres de esta corriente
están hechos de madera, miden entre 20 y 40 centímetros de alto, dependiendo
del género y la edad del personaje. Esta técnica se desarrolló en el siglo
XVIII, pero para 1812, el bunraku se había consolidado como una de las maneras
de hacer títeres más sofisticadas. Tan es así, que en algunos casos se
necesita de dos o tres personas en el escenario que manejen un solo títere.
El rostro del
títere lo esculpe en madera un especialista, mientras que el cuerpo y el
vestuario lo diseñan los titiriteros. Para
controlar estos pequeños humanos es necesario utilizar una manija que se
ramifica por todo el cuerpo, la cual se encuentra dentro de un orificio en
el pecho del títere, en el que el titiritero introduce su mano.
Títeres de mano
Estos son los más simples, pues no tienen más
movimiento que el de la boca y pueden estar hechos de una gran variedad de
materiales, desde plástico hasta tela y quizás un poco de peluche. Lo único
que necesitas para decorarlo son botones o cualquier otro objeto redondo que
sirva como ojos y nariz. Esta es la idea de los famosos títeres hechos
con calcetines, a los que se les puede coser botones y pintar una boca en
la mandíbula para simular que su boca abre y cierra.
Una técnica similar
a esta, es la de los títeres de dedo, que pueden hacerse con tela o
estambre y decorarse sólo con pequeños botones o pequeños objetos redondos
para simular los ojos.
Marionetas de cuerdas
Este tipo de títere
es el más clásico. Se hacen con madera y cuerdas o cables atados a sus
extremidades. Varían en tamaño y habilidades, según donde se ubiquen las
cuerdas. Este tipo de títere fue popular en la Antigua Grecia y Roma. A decir
de Aristóteles, en algunas marionetas se podía controlar el movimiento de ojos,
manos hombros y piernas. Obras importantes como La Iliada y La Odisea también
fueron representadas utilizando marionetas en honor al dios Dionisio.
Títeres de varilla
Este tipo de
títeres es construido con una varilla o caña pegada a lo largo de la espalda
y cabeza del muñeco. El titiritero debe hacer los movimientos utilizando
los alambres que salen del la varilla, simulando ser las extremidades del
personaje. Los títeres de varilla se hicieron populares desde tiempos de la
Grecia y Roma antigua, y han permanecido como parte de los espectáculos de
títeres en Occidente.
Carnaval Humano o títeres de cuerpo
Seguramente has
visto que durante los carnavales o grandes desfiles hay enorme muñecos que son
parte del espectáculo. Están manipulados por humanos, pero más de la mitad
de su cuerpo en realidad es un gran títere, manipulado con largos alambres,
o bien, brazos y piernas del titiritero pueden ser parte del títere.
Títeres en el mundo
La necesidad de construir
pequeños personajes que transmitan nuestras propias emociones es una tendencia
mundial. Japón y China han cultivado la tradición titiritera a gran
escala, así como Inglaterra, Italia, Alemania y Austria.
En todos estos lugares, el oficio de titiritero ha pasado de ser relacionado
con el teatro de las clases más pobres, a ser revalorado como un arte
complicado y rico en técnicas, colorido y diseño.
Los títeres siempre
se han considerado como un espectáculo de niños por ser aparentemente
inofensivos. Sin embargo, los títeres fueron prohibidos durante la
Revolución Francesa porque era a través de ellos que se denunciaban las
fallas del gobierno y se criticaba la agitación política de la época.
Los títeres también
han servido para representar obras famosas, como Don Giovanni de Mozart, a
cargo del Teatro Nacional de Marionetas en Praga, un ejemplo de
la tradición titiritera de los países de la ex Unión Soviética.
Títeres en el cine
Los adelantos
tecnológicos logrados con el cine y la televisión han cuestionado la longevidad
de los títeres tradicionales. Lejos de generar una competencia entre uno y otro
medio, los titiriteros han sabido adaptarse a las circunstancias y colaborar
a partir de la creación den nuevas formas de títeres fabricados para su
animación.
Ejemplos de esto
son las películas animadas como Star Wars o The Nightmare Before
Christmas (conocida como El mundo de Jack en español), que
utilizaron técnicas antiguas de animación casi artesanales. Para lograr los
efectos de movimiento natural, cada escena era fotografiada con precisión
milimétrica hasta conformar toda la acción
Foto: Baúl Teatro, Nuevo León, México.
Actualmente, esto
es más sencillo gracias a los adelantos del software en computadoras.
México y los títeres
México también ha
desarrollado la tradición de los títeres desde tiempos antiguos. En las
excavaciones hechas en Teotihuacan se han encontrado figurillas hechas de
barro posiblemente utilizadas para ritos funerarios. Estas figurillas datan
del año 600 d.C, y muestran brazos y piernas movibles. Muy posiblemente,
las técnicas ya existentes se combinaron con la llegada de Hernán Cortés en
1521, quien llevaba en su equipaje un par de títeres de manufactura española.
En la actualidad, existen
tres compañías mexicanas que se han preocupado por mantener y renovar la
tradición del teatro de títeres en México. La más antigua es Marionetas
de la Esquina, formada hace 30 años porLucio Espíndola y Lourdes
Pérez Gay. Esta compañía se caracteriza por recuperar la tradición de los
títeres, pero desde un punto de vista actual. Sus obras tienen poco que ver
con los cuentos de hadas; al contrario hablan de problemas reales de los niños
como el miedo a la oscuridad, la soledad o el divorcio de los padres. Se han
encargado de construir mundos fabulosos, como una ciudad que cabe debajo de
una cama, una cerradura gigante, o una casa xilófono.
La Trouppe, con 25 años de existencia, varias clases de títeres y
marionetas, combinado con más de 12 personas en escena. Famoso por su humor
fino, La Trouppe se ha insertado en el gusto mexicano, atrayendo hasta 80
mil personas a sus funciones.
Un poco más joven
que las dos anteriores, Mojiganga Arte Escénico nació en 1988 y desde
entonces ha crecido hasta contar con más de 15 actores en escena. El trabajo
de Mojiganga se ha enfocado a lograr que los niños creen sus propias obras,
como una manera divertida y creativa de aprender, así como de rescatar las
historias locales de los barrios de la ciudad a través de la producción de
obras colectivas en las que los niños construyen a sus propios personajes.
Leer más: Títeres|Historia de los títeres|Tipos de títeres| http://www.kidzworldespanol.com/articulo/2390-mundo-de-los-titeres#ixzz1ry00PGHL
Rubén Salazar Taquechel, Teatro de las Estaciones, Matanzas, Cuba.
Soñemos y hagamos soñar a los demás.
El títere es un objeto animado lleno de plurisignificaciones imposibles de desentrañar sin penetrar en nuevos planos genotextuales.
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